
¿Cómo identificar un sistema contra incendios fuera de servicio?
Un sistema contra incendios cumple una función crítica: proteger vidas e infraestructura en caso de un siniestro. Por eso, es vital saber reconocer cuándo un sistema está fuera de servicio, es decir, cuando no está en condiciones de operar correctamente en caso de emergencia. Identificar esta situación a tiempo puede marcar la diferencia entre una respuesta efectiva y una tragedia.
Señales de que un sistema está fuera de servicio
Estas son algunas de las señales más comunes que indican que un sistema contra incendios no está operativo:
- Etiqueta de fuera de servicio: Esta etiqueta, colocada por personal autorizado, es una advertencia clara de que el sistema no está funcional. Puede encontrarse en válvulas, paneles de control o equipos específicos.
- Válvula principal cerrada: Si la válvula está cerrada —a menudo con candado o señalización—, el flujo de agua está interrumpido, lo que inutiliza el sistema.
- Manómetros en cero o sin lectura: Los manómetros permiten verificar la presión del sistema. Si marcan cero o no responden, es una señal de que el sistema no tiene presión suficiente para operar.
- Alarmas desconectadas o silenciadas: Un sistema cuya alarma no suena o ha sido desactivada pierde su capacidad de alerta temprana, lo que pone en riesgo la evacuación y la respuesta inmediata.
- Bomba fuera de funcionamiento: Si al hacer una prueba la bomba no arranca o no responde adecuadamente, el sistema no podrá suministrar el agua necesaria para combatir el fuego.
¿Qué hacer si se detecta un sistema fuera de servicio?
Actuar con rapidez y responsabilidad es clave ante esta situación:
- Notificar de inmediato a los responsables del inmueble, mantenimiento o seguridad. Toda falla debe ser comunicada a la brevedad para su atención.
- Implementar medidas provisionales de seguridad, como la vigilancia reforzada, uso de extintores portátiles, activación de brigadas internas y restricciones de acceso a áreas de mayor riesgo.
- Documentar el incidente: Registrar el tipo de falla, el momento en que se detectó y las acciones tomadas es esencial para auditorías, seguimiento y prevención futura.
- Corregir la falla y realizar pruebas antes de considerar que el sistema está de nuevo en operación normal. La reactivación debe realizarse únicamente cuando el sistema esté 100% funcional.